Vivimos una época de cambios acelerados, donde las empresas han visto cómo la competencia por el mercado se ha incrementado ante la inmediatez que trajo consigo la conectividad masiva, las redes sociales y dinámicas operacionales altamente tecnificadas.
El quedarnos a la zaga suele ser una de las causas por las que las empresas cierran, y nadie está exento, pues incluso firmas grandes y bien establecidas han padecido esto y no saben cómo reaccionar. Ante esto, debemos pensar en cómo transformar nuestra organización en un ente ágil, que pueda responder a las necesidades del mercado de manera rápida y eficiente.
Lo primero que debemos hacer es realizar y revisar nuestro plan estratégico de negocios. Lo ideal es realizarlo año con año pero revisarlo continuamente y cotejar si estamos cumpliendo con los objetivos marcados, cotejar el manejo de nuestro presupuesto, además de revisar las condiciones del mercado y si necesitamos realizar algún ajuste.
Otro punto que tienen en común las organizaciones de alto rendimiento es que su clima y cultura laboral son resueltas y veloces en su capacidad de respuesta. Esto es porque absorben y asimilan los cambios, aprenden de ellos y generan soluciones que les permiten transformar las amenazas en nuevas oportunidades de desarrollo.
Para lograr estos resultados, el área de recursos humanos tiene un papel preponderante, pues de ellos depende que se conozca y cumplan los valores de la empresa, además de que son los encargados de comunicar efectivamente los mensajes institucionales, tener canales de comunicación eficaces, amén de revisar si los perfiles de puesto son adecuados.
Como hemos visto en otros artículos, esto infiere directamente en la productividad y el cumplimiento de objetivos. Además tenemos que tomar en cuenta los siguientes puntos que nos permitirán seguir siendo competitivos en nuestro sector:
Innovar continuamente. No sólo la maquinaria y los procesos, también debemos hacerlo capacitándonos constantemente para actualizar nuestros conocimientos y técnicas.
Escuchar a nuestro equipo. La innovación surge de la creatividad y escuchar las ideas de nuestro equipo nos puede mostrar nuevos caminos y soluciones.
Ser vigilantes estratégicos de nuestra competencia. Sondear el mercado y las empresas con las que lo competimos nos ayudarán a conocer la evolución de las prácticas, las metodologías y los enfoques que pueden fortalecer nuestra posición en el mercado.
Cuidar el área de gestión de cambio. Para esto es importante que nos aseguremos que todo proyecto de transformación esté efectivamente vinculado a uno o mas de los vectores que determinan el curso de la estrategia empresarial.
Motivar y crear espacios de influencia. Esto facilita la comunicación y el compromiso de los colaboradores por cumplir sus objetivos laborales.
Promover la cultura del aprendizaje. Como lo hemos mencionado en otras ocasiones, el invertir en la constante capacitación y actualización de nuestro personal nos ayuda a innovar y encontrar nuevas soluciones.
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