Manejar personal de manera asertiva es imprescindible para que una empresa sea exitosa, pero gestionar un equipo humano conlleva grandes riesgos y múltiples dificultades si no se es un experto en el tema. Una gran herramienta es conocer el tipo de líderes con los que contamos y basarnos en esto para encargarnos del equipo.
Es importante resaltar que la figura del jefe incuestionable no funciona para todas las áreas y a pesar de que muchas veces es el más común, existen modelos que han transformado la industria al conseguir objetivos motivando en lugar de limitar y ordenar.
Hay básicamente dos modelos de liderazgo:
Modelo de liderazgo de rasgos (democrático). El líder debe ser una persona honesta, inteligente, íntegra y madura. Se convierte así en la figura de éxito en la empresa, y su propia eficiencia dirige la efectividad del liderazgo.
Modelo conductual de liderazgo (transformacional). Está enfocado en la calidad del trabajo de los integrantes del equipo, quienes ayudados por los líderes, alcanzan un óptimo desarrollo personal y profesional. Mediante la colaboración líder-empleado el equipo de trabajo consigue sus metas diarias.
En otro de nuestros artículos ya habíamos hablado de los tipos de liderazgo, pero ahora, inmersos en la transformación digital, los líderes que tenemos en el equipo toman una posición protagonista pues en ellos cae la responsabilidad de sortear el mayor obstáculo que se presenta en estos procesos, que es la aceptación del cambio por lo que se requiere que su rol sea un pivote en el proceso y se base en tres ejes: Ser, Sentir y Servir.
La primera S, de ser, se refiere a que el líder ideal debe ser una persona comprometida y ética, que más favorezca el crecimiento de su equipo, al que puede delegar tareas con entera confianza. Es el estilo “coach” o transformacional.
La segunda S se relaciona con el sentir, pues el líder debe pensar qué emociones generarán los cambios y cómo sortearlas para facilitar la aceptación. Aquí se trata de generar entornos confiables, donde todos puedan externar sus sentimientos y resolver sus dudas. El estilo de liderazgo que más se adapta es el democrático, donde todos son escuchados.
La tercera S habla de servir, en el sentido de que aportamos valor a las vidas de las personas, esto es conocer las necesidades de cada uno y acompañarles en su proceso de desarrollo y aprendizaje valorando lo que cada uno puede aportar en el proceso. De nueva cuenta es el liderazgo estilo Coach el que mejor se adapta a este proceso.
¿Cuál es el mejor modelo de liderazgo?
Ninguno es mejor ni peor que otro y aunque es cierto que la elección del mejor modelo de liderazgo depende de las características de la empresa y plantilla, los líderes más valorados son el democrático y el transformacional. Si incluyes en tu empresa estos dos tipos de jefe, disminuirás el número de errores y asegurarás un buen clima laboral. Además, los empleados se sentirán valorados, lo que aumentará su productividad y reducirá la fuga de talentos.
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