El “home office” nació en los años 90 en países como Estados Unidos, Canadá o Reino Unido, y es un término dado al trabajo remoto, fuera de las oficinas e instalaciones de una empresa. En México aún no termina de despuntar ni es aplicada a pesar de que representa la solución a necesidades que surgen en las grandes ciudades como el espacio y recursos reducidos en las oficinas.
Trabajar desde casa tiene ventajas y la tecnología actual hace que esto sea fácil y cómodo para trabajadores –que no tienen puestos operativos-, pudiendo ser productivos al trabajar de esta manera.
Veamos las ventajas de hacer “home office”:
- Tienes flexibilidad al organizar la jornada laboral. Acomodas tus horarios como mejor te convenga.
- No sufres con el tránsito o el transporte público. Esto se traduce en ahorro de tiempo y dinero, pues en ciudades grandes los tiempos de traslado llegan a ser de hasta 4 horas de viaje diario desperdiciadas.
- Comodidad y equilibrio de la vida personal y laboral. El mejorar la calidad de vida de los empleados los vuelve más productivos.
- Ideal para la maternidad: El hacer home office podría ser una alternativa efectiva para que madres y padres de familia atendieran sus responsabilidades domésticas con mejores condiciones, compartiendo el cuidado y la educación de los hijos.

Está de maravilla, pero ¿es tan fácil y bonito como se lee? ¿A qué retos nos enfrentamos al intentar implementarlo?
Desventajas de hacer Home office:
- Tendencia a trabajar más horas. Ya en uno de nuestros blogs pasados hablábamos de la procrastinación y este tema es importante, pues si no tenemos disciplina en nuestra forma de trabajo tendemos a pasar más tiempo trabajando en nuestro propio hogar.
- Más trabajo no remunerado. Ligado con el punto anterior, si llega más trabajo y no organizamos tiempos puede considerarse horas extras no pagadas.
- Falta de supervisión: uno de los grandes miedos de la industria es la falta de supervisión sobre el trabajo de alguien que no se encuentra físicamente en una oficina.
Trabajar remotamente aún tiene retos a vencer. En México, existen muchos temores por parte de los gerentes y empleadores al respecto de la productividad de los colaboradores que trabajan desde casa. Algunas acciones para la operación de un sistema de trabajo remoto pueden ser:
- Establecer horarios definidos en donde los colaboradores deben estar disponibles para comunicación sobre el trabajo operativo.
- Tener objetivos claros que se deben ser alcanzados: entregas que deben estar listas en fechas determinadas.
- Asignar tareas y medir el tiempo por tarea, a través de herramientas de gestión de proyectos.
- Comunicarse constantemente a través de un chat, email o cualquier otra herramienta que ya exista en el mercado.
- Hacer juntas semanales y video llamadas para conocer estatus de trabajo e integrar a todos los miembros del equipo.
Es complicado sugerir que todas las empresas deban utilizar el trabajo remoto, pero, si nos preocupa el bienestar de los empleados, buscamos alcanzar mejores porcentajes de productividad y ahorro de recursos, entonces podemos iniciar un pequeño experimento y conocer cómo el Home Office nos puede ayudar a crecer.
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